Creciendo juntas

Parece que fue ayer cuando recibí aquella carta de la Comunidad de Madrid, convocándome a una sesión informativa para participar en el programa experimental Hypatia, de ATAEM. Empezamos hace 6 semanas con el curso de Community Management. 72 horas de clase y estamos a punto de acabar...

A pesar de que el nivel del curso no ha sido muy avanzado, he aprendido muchas cosas. Una de las claves para ser feliz es estar predispuesto a cambiar, a intentarlo. Si no arriesgas, no ganas. Cada estímulo, cada persona que conocemos, representa una oportunidad para ayudarnos a ser mejores.

En este curso, además de profundizar en tema de redes sociales, blogs, SEO y SEM, he coincidido con 19 mujeres, muy diferentes, con distintos perfiles, orígenes, edades, momentos personales... todas unidas por nuestra situación de búsqueda de empleo activa y las ganas de crecer y hacer cosas nuevas. De alguna forma, todas diferentes, todas iguales.

Me maravilla que, a pesar de ser "rivales" en el mercado laboral, nos estamos apoyando, animando y compartiendo juntas las oportunidades que encontramos ahí fuera. Es emocionante. Es genial sentir que, de alguna manera, estamos creciendo y avanzando en equipo.

Estas son las experiencias que me motivan para creer que merece la pena hacer bien las cosas, que hay personas maravillosas, gente buena, que el futuro es brillante y si trabajamos unidos podemos conseguir cosas importantes.

La semana que viene hemos quedado para clausurar el curso con unas cañas, para echarnos unas risas y seguir compartiendo momentos.

Entrevista con cafinitrina

Hacer entrevistas de trabajo nos pone las pilas. Con cada llamada parece que nos pusieran una pastillita de cafinitrina bajo la lengua. Son motivación en estado puro, son el fruto que recogemos después de pasar el día sembrando. Preparamos las preguntas clave, revisamos nuestro CV, hablamos frente al espejo, pasamos más tiempo del habitual retocándonos, colocándonos el pelo y estirándonos la ropa.

Yo esta semana tuve una entrevista de trabajo.

Fue el jueves, a las 10h, via Skype, con la directora de RR.HH. de la empresa y mi potencial jefe, para cubrir un puesto de relaciones públicas en un hotel de lujo en La Gomera. Fue breve, sencilla. Español. Inglés. Alemán. Algunas preguntas. Por una parte. Por la otra. Intercaladas, risas breves, incluso nerviosas. Creo que empatizamos. Me dio buenas vibraciones, pero últimamente parece que tengo ese radar algo atrofiado... Ya veremos.

Lo importante es no perder la vista del horizonte, no perder el rumbo, no perder las ganas y, sobre todo, mantener la sonrisa.

Positive thinking

Han pasado ya cuatro meses desde mi despido. Cuatro meses en los que he experimentado tantos cambios que miro atrás con una pizquita de melancolía y algo de vértigo, expectante ante las sorpresas que me depara el futuro...

Me llena de esperanza y optimismo haber podido mantener la energía para continuar avanzando. Sigo buscando nuevas oportunidades profesionales, estoy haciendo un curso de Community Management con ATAEM, formándome con Cruz Roja  (¡ya soy voluntaria en un centro de día de niños!), sigo conociendo gente, disfrutando con mis amigos/as, continúo maquinando proyectos profesionales con la que fue mi jefa y compañera, planeo viajes, cenas, escapadas, me he ofrecido a colaborar con el lanzamiento del primer LP de Hombres Púa (colegas a quienes admiro) e incluso he empezado a componer mis propias canciones...

¿Lo mejor? Que me apasiona TODO lo que hago. Es vital mantenerse activa, no perder la ilusión y seguir avanzando, creando, investigando, dando, planeando.
En definitiva, no dejas de soñar al hacerte mayor, te haces mayor cuando dejas de soñar.